viernes, 22 de enero de 2016

Oviedo no se moja

Después de este disparatado invierno, donde el frío al que estamos acostumbrados en Oviedo en estas épocas, estuvo ausente, parece que el 2016 empieza con un clima un poco más típico de Asturias.
¡¡¡Por fin llueve!!! (quién nos iba a decir a nosotros que desde Oviedo echaríamos de menos la lluvia en algún momento)

Obviando la excepción anterior, Oviedo es una ciudad donde todos sus habitantes (y visitantes) estamos acostumbrados a tener un brazo extensible con el que prácticamente nacemos: el paraguas.

Es lo más normal del mundo, ver las calles principales de Oviedo cuando llueve, como una plaga de personas bajo un paraguas. Los habitantes de Oviedo tienen una maestría especial para esquivar, alargar o encoger el brazo o evitar varillas de paraguas intentando acercarse a sus ojos.

Con este papel tan importante de la lluvia en nuestra región, el paraguas es un protagonista fundamental de la ciudad, y es por eso que si echamos la vista atrás en el tiempo, veremos negocios en la ciudad que llevan muchos años basando su actividad principal en la protección de la lluvia.

El anterior es el caso de Paraguas Cerro Blanco, la principal boutique de paraguas en Oviedo, donde trabajan a diario para ofrecernos una gran variedad de paraguas para señora y caballero, además de complementos, maletas, sombrillas, chubasqueros o botas de agua.

La calidad de los paraguas vendidos en Paraguas Cerro Blanco es muy superior a la habitual. ¿Cuántas veces nos quejamos de que a la primera ventolera nuestro paraguas acaba para tirar? Eso pasa por utilizar paraguas de mala calidad, diseñados para romperse. Comprando en Paraguas Cerro Blanco esto no nos sucederá.

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